Tal vez el arte contemporáneo sea el más complejo de comprender. Las creaciones son demasiado cercanas a nosotros para poderlas apreciar, los procesos de análisis son, todavía, muy dispersos, no podemos visualizar toda una época para poder hacer una crítica de ella de una manera global porque seguimos siendo parte de esa misma época, nos es complicado alejarnos y tomar distacia como hacemos con otras obras de épocas anteriores porque aun no tenemos las claves y las herramientas necesarias…
Hay mil cosas que podemos decir para excusarnos cuando nos viene a la cabeza la típica y manida frase al contemplar obras contemporáneas: «No entiendo nada». Nos suena, ¿verdad?
What?
Otra de las cosas que decimos (más bien no decimos), bueno, más bien hacemos, frente al arte contemporáneo es callarnos. Por si acaso. Por si acaso la cagamos y decimos una locura.
Siempre que veo una exposición de arte contemporáneo me pasa lo mismo, me digo: «¿Y si aquello que pensamos que Miguel Ángel -por ejemplo- nos quería transmitir, resulta que no es cierto y solo pensamos que es así porque ya está establecido por otros en los libros de historia?».
La verdad es que cuando sales de una exposición en la que has de interactuar y buscar significados, te vienen mil cosas a la cabeza…
El viernes fui invitada a conocer la exposición «Art, dos punts«. Dos puntos en plan introductorio como «:» y dos puntos porque transcurre en dos zonas de Barcelona: CaixaForum y MACBA -Museu d’Art Contemporani de Barcelona-.
La muestra recoge todo el fondo de las 2 instituciones (más de 350 obras y 91 artistas) y pretende acercar el arte contemporáneo al público, mediante actividades diversas como visitas guidas, talleres, café tertúlias…
En CaixaForum podremos encontrar la generación de la postmodernidad, mientras que en el MACBA encontraremos a Joan Brossa, Eduardo Chillida, Tàpies, varios números de la revista ASPEN (donde aparecen Andy Warhol y Marshall McLuhan) y Juan Muñoz -cuyas esculturas tengo muchas ganas de ver-.
Pudimos ver, mediante una visita guiada, parte del fondo de Obra Social La Caixa, así que ahora me queda por ver la del MACBA (y para ello nos entregaron una invitación para visitar aquella sede). Tras la ruta disfrutamos de un catering mientras charlábamos con Marc López y Bel Natividad, técnico y directora de marketing y público de MACBA, sobre las novedades en emplazamientos de este museo (pronto la plaza del MACBA formará parte del museo que será más interactivo). Ah, nos regalaron un pase anual para poderlo visitar cuando queramos, lo que es una verdadera pasada… 
Además tuve el placer de compartir visita con algunos de los bloggers de la ciudad, como las editoras de Addict Smile, The Single List, BCNColours, Ideas de Ocio, BCN en horas de oficina, Ya está el listo que todo lo sabe o Tendencias al dente. 
Podéis visitar la expo compartida en CaixaForum Barcelona (hasta el 29 de diciembre) y en MACBA (hasta el 6 de enero). Y podéis bajaros la APP oficial para iOS y Android y ver las explicaciones de las obras.
Os dejo con algunas de las que más me llamaron la atención:
¿Cuál os impacta más? Yo estoy entre la de los huevos o los aparatos de pseudo-manicomio que no lo son…
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* En «Se cuenta tras el hueso-Espacio del dolor” (1983), el artista ha revestido una habitación con plomo, como transmisor de la opresión, dejando en el centro 2 anillas y una bombilla. Los visitantes pueden escribir lo que quieran en las paredes y tras visitar Berlín ahora se ha quedado en Barcelona.
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